Se ha descubierto que algunos presos, especialmente cabecillas de bandas delincuenciales, disfrutan de privilegios y lujos dentro de las cárceles del país, con el aparente conocimiento de las autoridades.

Familiares de los presos y la Comisión de Diálogo Penitenciario han denunciado que la mayoría de los reclusos en las cárceles del país deben pagar por seguridad, alimentación o atención médica para sobrevivir. Los privilegios dentro de las prisiones parecen depender de la cantidad de dinero e influencias que tenga un detenido, especialmente para aquellos identificados como cabecillas de bandas criminales. El reciente asesinato de Leandro Norero, un líder de una banda, ha puesto de relieve la existencia de estos tratos preferenciales a cambio de dinero, revelando la corrupción presente en el sistema penitenciario.

En operativos realizados en la cárcel Regional de Guayas, donde se encuentran detenidos los líderes de la banda criminal Los Choneros, la Policía encontró celdas acondicionadas con televisores, consolas de videojuegos y licores. Además, se hallaron celdas lujosamente amobladas con colchones ortopédicos y baños de porcelanato. También se incautaron joyas, drogas, armas, celulares con conexión a Internet, drones e incluso armamento sofisticado. Los patios de la prisión contaban con grandes equipos de gimnasia, y se descubrió que un espacio destinado para las visitas había sido convertido en una piscina. Estas revelaciones han generado un escándalo por la aparente permisividad y corrupción en el sistema penitenciario del país.