Con una liquidez mínima y con pocas opciones de obtener ingresos adicionales extraordinarios que compensen la falta de recursos, a corto y mediano plazo, reciben el presidente Daniel Noboa y el recién nombrado ministro de Economía, Juan Carlos Vega Malo, las cuentas fiscales del país.

La reducida caja fiscal que este 17 de noviembre registró apenas $ 179,7 millones, una caída consecutiva de la recaudación tributaria y de los ingresos petroleros hacen temer que a final del mes el fisco no tendrá suficiente dinero para pagar sueldos o cumplir con otras obligaciones.

De acuerdo con Jaime Carrera, secretario ejecutivo del Observatorio de la Política Fiscal, la dinámica de esa caja fiscal consiste en recibir semana tras semana recursos del petróleo e impuestos. Pero estos también van bajando conforme una prelación de gastos.